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Slavoj Zizek: sobre retretes, mierda e ideologías europeas

Esta vez quiero compartirles un video de un contemporáneo. Slavoj Zizek es un esloveno, un post-contemporáneo en el pensamiento filosófico. La verdad es que yo se muy poco de su pensamiento y de su vida, mas es uno de los pensadores populares de nuestro tiempo. Marxista, anti-capitalista y, porque no, crítico humorista, sabe poner a la cultura popular bajo los reflectores de la crítica. Y sobre eso es el video que les muestro, ¿cómo poder relacionar la cosa más común y corriente de nuestras vidas con toda nuestra ideología y forma de pensar (la de los europeos, claro)? Esta es la respuesta.


La moral inglesa: el utilitarismo

Si bien el empirismo es una de las cosas que más representan en el mundo de la filosofía a los ingleses, en el plano de la ética se encuentra el utilitarismo, el cual muchas veces —e incluso los mismos filósofos— se le relaciona con lo que hacen los políticos corruptos y las personas que hacen cosas sólo para su propio beneficio nombrándolos como utilitaristas; aquellas personas que hacen eso no tienen ni la más remota idea de lo que es el utilitarismo. Así que para seguir nuestra semana del Reino Unido hablaremos hoy sobre éste sistema ético nacido en Inglaterra, el utilitarismo.

Bentham vs. la moral cristiana

Un filósofo norteamericano llamado Joseph Fletcher tiene una frase que puede resumir lo que estaba pasando en Europa en aquellos tiempos: “Si el fin no justifica los medios, ¿qué lo hace? La respuesta es, obviamente, ¡nada!” El utilitarismo nació a fines del siglo XVIII y principios del XIX, fue el resultado de la teoría moral empirista de Hume que fue parida por un señor de nombre Jeremy Bentham. Aquellos años fueron de grandes cambios, las Revoluciones Francesas, la Independencia de Estados Unidos, la Revolución Industrial, el Estado moderno se estaba creando. Y si la modernidad se acercaba cada vez más rápido, la forma de pensar de las personas también debía cambiar. La gente se empezó a preguntar si era plausible y bueno el que todos los actos sean regidos por Dios, que la felicidad no se encuentra en este mundo sino en el siguiente, que debemos sufrir para poder ser felices.

Pues fue Jeremy Bentham quien dio una nueva concepción de la moral, algo que se alejara de lo que estuvo rigiendo a Inglaterra durante toda la Edad Media y el Renacimiento. Según Bentham, la moral no es cuestión de complacer a Dios, ni de la fidelidad a las reglas y leyes abstractas sino más bien el de intentar producir tanta felicidad como sea posible.

El principio de utilidad

Fue Bentham el que creó este término, el del principio de utilidad, el cual nos exigua que, como buenos utilitaristas, cuando tengamos que elegir entre diferentes acciones, debemos elegir sólo las que tenga las mejores consecuencias para todos. O mejor como lo dice el mismo Bentham en su libro The Principles of Morals and Legislation:

Por principio de utilidad se entiende el principio que aprueba o desaprueba cualquier acción, según la tendencia que tenga para aumentar o disminuir la felicidad de las partes de cuyo interés se trata; o, lo que viene a ser lo mismo en otras palabras, para fomentar o combatir esa felicidad.

Bentham, con el utilitarismo, quería cambiar las leyes e instituciones de Inglaterra para que así cualquier ingles pudiera vivir de una forma feliz —años después, Nietzsche se burlará de esta cuasi-mania de decir que la moral es lo que busca la felicidad que tanto decía Aristóteles como los mimos ingleses al decir que “El hombre no lucha por alcanzar la felicidad; sólo los ingleses hacen eso.”—. Pero no se encontraba solo en esto, su mano derecha era James Mill, un economista y filósofos escoses que ayudo a Bentham con la difusión de sus textos utilitaristas; sin embargo, fue su hijo, John Stuart Mill quien logró hacer llegar a todo el Reino Unido el sentido de vida utilitarista.

John Stuart Mill escribió en su libro The utilitarianism escribió de una forma más elegante y persuasiva —a la inglesa— de qué se trata todo eso que se llama utilitarismo. Lo primero que se tiene que hacer es considerar un cierto estado de cosas que quisiéramos que se produjeran, un estado de cosas en el que todos fueran tan felices y bien como fuera posible. Entonces, una vez que sabemos eso el siguiente paso es sencillo, debemos actuar de modo que produzcamos ese estado de cosas en la medida de lo posible.

Con esto Mill nos dice que toda acción humana está hecha para poder crear ese estado de cosas que queremos para nuestra felicidad y que la moral será entonces como las reglas y preceptos de la conducta humana, es decir, la moral será la que regirá nuestras acciones humanas en pro de nuestra felicidad creando el tan mencionado estado de cosas que hemos decidido que es el mejor mediante todos los métodos posibles. Vemos aquí que la frase el fin justifica los mediostiene mucho peso. Al decidir qué hacer, debemos, por lo tanto, preguntar qué curso de conducta promovería la mayor felicidad para todos aquellos que serán afectados. La moral requiere que hagamos lo que sea lo mejor desde ese punto de vista.

El utilitarismo y la religión

Si bien al principio no lo parece pero el principio de utilidad da un giro radical a la forma de pensar de los ingleses, se ha dejado atrás toda referencia a Dios o sobre reglas morales abstractas, las leyes de Dios ya no valen. La moral ya no se interpreta como fidelidad a algún código dado por un ser todo poderoso o reglas que siempre han existido. La moral ahora se preocupa sólo por la felicidad de los seres de este mundo —porque incluso Mill dice que no sólo los hombres, sino todas las criaturas con capacidad de sentir deberían ser utilitaristas— y nada más; y se nos permitirse  hacer lo que sea necesario para promover la felicidad. Años atrás estas ideas serían impensables. Por ejemplo, la eutanasia y el suicidio ahora podían ser vistos como moralmente correctos sí es que usando el principio de utilidad se descubría que con esa vía se alcanzaba la felicidad, cosa que la religión cristiana niega profundamente: matar es malo.

Sin embargo, el utilitarismo —al menos el utilitarismo clásico, es decir, el inglés del que estamos ahorita hablando— no estaba en pro de una filosofía atea o antirreligiosa. Bentham, por ejemplo, decía que la religión no condenaría al utilitarismo sino que lo aprobaría si sus partidarios se tomaran el concepto de Dios como creador benévolo:

Los dictados de la religión coincidirían, en todos los casos, con los de la utilidad, si supusiéramos universalmente que el Ser, el objeto de la religión, es tan benévolo como sabio y poderoso […] Pero entre los devotos de la religión parece haber pocos que crean verdaderamente en su benevolencia. Lo llaman benévolo de palabra, pero sin querer decir que lo es en realidad.

En ese sentido sí en verdad Dios es benévolo y existe, por ejemplo, un paciente enfermo que sufre de dolor diario, sería entonces correcto matarlo para que deje de sufrir.

 

La versión clásica de la teoría

Bueno, para terminar volveremos a decir en qué se basa el utilitarismo así como lo planteaban sus fundadores ingleses. Se puede decir en tres simples premisas:

  1. Las acciones se juzgan como correctas o incorrectas solamente en virtud de sus consecuencias; no importa nada más.
  2. Al evaluar las consecuencias, lo único que importa es la cantidad de felicidad o infelicidad que se crea; todo lo demás es irrelevante.
  3. La felicidad de cada persona cuenta por igual.

Como Mill decía:

La felicidad que constituye el criterio utilitarista de lo que es correcto en una conducta no es la propia felicidad del agente, sino de todos los afectados. Entre la felicidad personal del agente y la de los demás, el utilitarista obliga a aquél a ser tan estrictamente imparcial como un espectador desinteresado y benévolo.

Así, las acciones correctas son aquellas que producen el mayor balance posible de felicidad sobre la infelicidad, y en que la felicidad de cada persona cuenta como igualmente importante. Entonces, ¿políticos corruptos, personas egoístas? No creo que después de esto los sigamos llamando utilitaristas, más bien a aquellas personas que se preocupan por el bien, la felicidad y el bienestar de todos son aquellos a los que deberíamos llamar utilitaristas, ¡la felicidad por encima de todo!


La filosofía de Inglaterra: el empirismo

Como Inglaterra, Londres y todo lo ingles está de moda últimamente —y aparte porque quiero enseñar una  importantísima parte de la historia de la Gran Bretaña que no mostraron en la exótica apertura de los juegos olímpicos— yo también trataré de hablar toda la semana de filosofía inglesa. Y para filosofías inglesas que mejor en la que más se destacó desde el Renacimiento, un pensamiento que trataba de apuñalar a Descartes por la espalda y enterrar su cuerpo en medio del bosque —lo cual no funcionó muy bien al final—; el empirismo ingles es aquella forma de pensamiento que se basa en la experiencia para poder descifrar la verdad de todo, un pensamiento donde surgió el concepto de ciencia aplicada o ciencia experimental, en fin, hablemos del empirismo.

Para empezar debemos admitir que esta idea de tomar la experiencia como sostén  del conocimiento de las cosas no es algo que hayan inventado/descubierto los ingleses, la verdad es que se lo deben en gran parte a Aristóteles, el que es según Kant el fundador de la escuela empirista y los ingleses son sus más fieles seguidores. Sin embargo, el empirismo como se le conoce en el mundo de la filosofía, esa doctrina filosófica sistemática que nos dice que las ideas y el conocimiento en provienen de la experiencia, tanto en sentido psicológico —el conocimiento nace con la experiencia— como en sentido epistemológico —el conocimiento se justifica por la experiencia— es cien por ciento obra de Inglaterra. De hecho, en la Edad Media, en la época escolástica existieron grandes pensadores que fueron los que empezaron a fundamentar —subjetivamente— lo que se consagrará más tarde en el Renacimiento como el empirismo inglés, como Roger Bacon y el famoso Guillermo de Ockham.

El fundamento del empirismo

Sin embargo son cinco los poderosos, los pensadores —y todos son paisanos del Reino Unido— que pueden denominarse precursores del empirismo: Francis Bacon, Thomas Hobbes, John Locke, George Berkeley y David Hume. Grosso modo los fundamentos del empirismo son los siguientes:

  1. No existen ideas innatas.
  2. El conocimiento procede de la sensación, de la experiencia —que puede ser interna o externa—.

Con estas dos simples premisas afirmamos la definición que dimos hace rato sobre el empirismo y demostramos cómo se ha creado una nueva forma epistemológica y lógica, una forma de conocer las cosas: el conocimiento empieza con la experiencia y todo conocimiento necesita de la experiencia como justificación.

Locke, ideas y pizarrones

Bacon decía que debemos recurrir a la inducción y a la observación para hacer ciencia, Hobbes afirmaba que todo es cuerpo y que el conocimiento no se puede comenzar ni mucho menos justificar si no se parte de la sensación.  Sin embargo, si se quiere entender bien el empirismo debemos hablar mejor de John Locke. Él en su libro Ensayo sobre el entendimiento humano explica bien la forma en la que el empirismo funciona además de que le da un duro golpe al cartesianismo. El racionalismo de René Descartes era la filosofía que imperaba en Europa en aquella época, todo debía estar regido por la razón, por el cogito —yo pienso—; la razón ideal que sólo se basa en la mente, en las ideas. Ahora lo subjetivo, la mente, fue bajado de su pedestal y en cambio la experiencia, tomó su lugar. Fue el giro al giro de Descartes. La influencia de esta obra, la de Locke y en general la de todos los empiristas ingleses, en los ilustrados franceses fue enorme; éstos vieron en Locke la superación del racionalismo que dominaba en el continente europeo desde Descartes a Leibniz, y fundaron en ella su modelo de razón empírica.

Para Locke en primer lugar —así como para todos los empiristas— las ideas innatas no existen; el mundo de las Ideas de Platón muere, las meditaciones de Descartes también mueren; no existen ideas ni principios teóricos o éticos. No nacemos naciendo qué son las cosas ni qué es lo bueno, cuando cada ser humano nace no es más que una tabula rasa, un pizarrón vacío, un bote sin nada. Todas las cosas que decimos conocer son imágenes que tenemos ya en ese pizarrón que hemos llenamos en el pasado con alguna experiencia. Pero entonces, ¿cómo se forman las ideas? Pues bien, ellas se originan a partir de la experiencia sensible, se la sensación o la reflexión, ya sea interna o externa; estas ideas que por ahora son sólo ideas simples junto con el entendimiento pueden componer ideas complejas. En una de estas ideas complejas, la sustancia, pueden distinguirse cualidades primarias (objetivas) y cualidades secundarias (subjetivas).

Pero para que no nos hagamos bolas mejor veámoslo del siguiente modo; por medio de la precepción, de la experiencia, es que recibimos y formamos las ideas simples, éstas pueden ser de cuatro formas:

  1. Las ideas que provienen de un solo sentido. Por ejemplo, cuando uno ve una naranja ve el color naranja.
  2. Las que ideas que provienen de varios sentidos. Por ejemplo, el ver la misma naranja y sentirla vemos que tiene una forma cuasi-esférica, cosa que no podríamos percibir sólo con un sentido estático.
  3. Las ideas que provienen de la reflexión interna, es decir, pensar sobre ideas simples de los sentidos. Por ejemplo, preguntarse por qué me encontré aquella naranja, si me la comeré o no.
  4. Las ideas que proceden de forma combinada, es decir, tanto de la sensación como de la reflexión al mismo tiempo haciendo una especie de síntesis. Por ejemplo, al comerse la naranja y decir que está muy ácida o muy dulce, que se te atore uno de sus semillas en los dientes, etcétera.

Pero como vemos, éstas sólo son ideas simples, sencillas, en ningún momento se ha descubierto que lo que se tiene ahí es una naranja. Ahí es cuando entran y se forman las ideas complejas así como también se ponen en orden las ideas simples que ya se tienen ya que nosotros sólo recibimos todas estas sensaciones en impresiones simples; cuando yo como una naranja no estoy recibiendo con los sentidos la naranja completa en sí sino que sólo recibo sensaciones simples como el color, la frescura, el olor, la textura, etcétera. Sólo después de haber comido suficientes naranjas podré saber que eso que me estoy comiendo es una naranja. Y como vemos aquí la razón también forma un papel importante en el empirismo, no sólo es recibir sensaciones y eso es todo, la razón, la mente, las tiene que organizar, acoplar para que puedan ser procesadas y analizadas.

La mente, combinando, relacionando y abstrayendo, puede formar ideas complejas —como la idea de la naranja— relaciones y abstracciones. Y las ideas complejas también se dividen:

  1. Sustancia: es una idea compleja con la que concebimos un ser particular. Por ejemplo, la naranja de la que ya hablamos bastante.
  2. Modo: es una idea compleja con la que pensamos, abstraemos conjuntos de ideas simples que no pueden ser sustancias. Por ejemplo, la danza.
  3. Relación: es una idea compleja que surge de la comparación de ideas. Por ejemplo, una hoja de papel sirve para escribir en el pero si se dobla también puede ser usada para origami, cambió de idea.

Berkeley: cállate Locke

Locke también distinguió dos tipos de conceptos: las cualidades primarias y las cualidades secundarias. Las cualidades primarias ser refieren a la extensión de la cosas, es decir, su peso, su forma, el número, etcétera. Con éstas nosotros sabemos que las sensaciones producen las verdaderas cualidades de la cosas. Las cualidades secundaras, por su parte, son aquellas que no son inherentes a las cosas, como el color, el sabor, el sonido, etcétera; las cualidades secundarias reflejan nuestras inclinaciones y gustos, a algunos les han de gustar las naranjas y a otros no, eso es la cualidad secundaria.

El punto de partida de Berkeley es la crítica a esta parte que dijo Locke sobre las cualidades primarias y secundarias. La conciencia, la mente, el cerebro no hace distinción entre primarias y secundarias: toda idea es un fenómenode la conciencia, el cual es subjetivo,  y todo cuanto sabemos de las cosas es sólo lo que percibimos subjetivamente. Por ello ser es ser percibido.

 

Hume y Newton

Hume aceptó la piedrota que Berkeley le aventó a Locke y dice que las ideas son fenómenos de la conciencia. Sin embargo, el duda de las sustancias de Locke, tanto las objetivas como las subjetivas, por ello es que a Hume se le cataloga como escéptico, un empirista escéptico —¿o será un escéptico empirista?—por cuanto lo que pensamos supera con creces lo percibido, pero sólo hay certeza de lo percibido.

En su escrito Tratado de la naturaleza humana Hume nos dice que el empirismo debe dirigirse tanto al fundamento y a la manera de nuestro conocer como también hacia una ciencia empírica del hombre. Hume lo compara con el modelo científico que imperaba en su tiempo, el newtoniano, decía que el objetivo era logara en el mundo de la moral lo que Newton logró en el campo de la física. Por ello él no sólo se centra en el entendimiento desde el punto de vista empirista, sino también se centra mucho en las pasiones y la moral.

Todo lo anterior lo hizo haciendo una distinción entre impresiones e ideas, la relación que existe entre unas y otras y la posibilidad de que las ideas se asocien entre sí. Una impresión es una percepción que, por ser inmediata y actual, es viva e intensa. Una idea es una copia de una impresión, y por lo mismo no es más que una percepción menos viva e intensa, que consiste en la reflexión —hecha por la memoria o la imaginación— de la mente sobre una impresión.Pero además dice Hume que las ideas se relacionan entre sí por una especie de atracción mutua entre ellas: por semejanza, por contigüidad y por causalidad.Las ideas simples se relacionan, se asocian, se atraen entre sí por una triple ley que las une.

Esa exigencia básica y sistemática de que a toda idea debe corresponderle una impresión para que tenga sentido, o para que a la palabra le corresponda una idea con un contenido verdadero, se constituye en el instrumento ineludible de la crítica que instituye a todos los conceptos fundamentales de la filosofía tradicional: causalidad, sustancia, alma, Dios y libertad. ¿A qué impresión corresponde cada una de estas ideas?

Lo que sigue después de ésto es otra generación de filósofos que seguirán tomando la experiencia pero de un modo distinto; la fenomenología estaría siendo formada. La ciencia y la filosofía tendrán un contacto gracias al empirismo en los sistemas de pensamiento posteriores y cosas raras pasarán después de ello. Pero, lo que debemos rescatar es el giro que dieron los ingleses con el modo de pensamiento en el que vivían; pasaron de un Descartes pensativo que dudaba de lo que sentía, de lo que veía, de lo que percibía. Ahora las sensaciones daban la pauta a conocer las cosas, el mundo, la verdad. ¿No es el empirismo fascinante?


Sobre el último hombre y el superhombre en Nietzsche

Friedrich Nietzsche es el filósofo que nos obliga a volver a pensar los valores sobre los cuales se fundamenta nuestra vida, la cultura occidental. No existe una crítica más fuerte hacia la forma de vida occidental —es decir, la europea— como la que Nietzsche hace.

El pensamiento moderno ha sido deformado por dos causas principales según Nietzsche, la primera es el pensamiento de Platón con el cual, nos dice él, nos creímos que el mundo podía ser explicado por medio de la razón. Los filósofos han querido hacernos creer que toda la realidad es explicable por razones claras y distintas. Sin embargo esto no es así, la razón es una apariencia y lo que es verdaderamente real en el hombre es el instinto.

Si bien el superhombre no existe aún, es un ejemplo que debemos tomar. El seguir fielmente la filosofía de Nietzsche no es nada fácil, ya que se debe de abandonar todo lo que cree, la cultura occidental está repleta de mentiras y engaños originados principalmente por el cristianismo.

El hecho de que se haya hablado de un superhombre indica que el hombre no está condenado a permanecer ignorante tanto de lo externo como de sí mismo, sino que tiene la oportunidad de poder abrir los ojos hacia la verdad, una verdad que está en nuestras narices pero que se enturbia y se ve opaca o casi nula por los prejuicios que nos son inculcados. Está claro que el superhombre no es una raza nueva, o una especie mutante de los seres humanos, sino que es un estado, un estado nuevo en el que los hombres —los últimos hombres— tendrán que llegar si es que quieren salir de esas concepciones metafísicas obsoletas.

El segundo de los males de la edad moderna es el cristianismo, el cual, con sus valores suprime los vitales que son los que en verdad nos permiten vivir, así como denunciar la moral equivocada que el cristianismo nos hace creer. Con las ideas de amar al prójimo, de la caridad, la piedad, el perdón, etcétera, Nietzsche dice que han sido la causa de limitación de un valor básico y esencial del hombre, la voluntad de poder. Es por ello que se debe hacer un giro completo en la escala de valores, ya que los débiles no deben ser rescatados por morales mediocres.

Con lo anterior, Nietzsche da pauta al fin de esa concepción idealista que se tiene, así como ponerle fin a la metafísica europea; esto lo pone muy en claro con la frase “Dios ha muerto”. La negación de todas ideas inventadas por la religión, la idea de Dios, entendida como el fundamento del mundo verdadero. Los hombres libres, según él, son los que son capaces de perderle el respeto y admitir que efectivamente Dios ha muerto, es decir, capaz de asumir que se debe acabar con el mundo verdadero —lo cual también asumiría la negación de ese dualismo entre el mundo aparente y el mundo verdadero, las ideas de Platón quedan descartadas—.

Con Dios muerto se puede dar paso al a creación del superhombre pero, por otra parte, es también la condición de la aparición del último hombre. Este último, es ese ser más duradero y el más despreciable, aquél que se contenta con un mero pragmatismo, cientifismo o tecnocracia; el que ha sustituido a Dios por su comodidad, el que ya no es capaz de despreciarse a sí mismo y cree que ha inventado la  felicidad, la fortuna y la dicha.  Un hombre cuya vida sin Dios carece de sentido y que representa la ruina de la civilización y es la culminación de la decadencia:

¿Habrá que romperles antes los oídos, para que aprendan a oír con los ojos? ¿Habrá que atronar igual que timbales y que predicadores de penitencia? ¿O acaso creen tan sólo al que balbucea?

Tienen algo de lo que están orgullosos. ¿Cómo llaman a eso que los llena de orgullo? Cultura lo llaman, es lo que los distingue de los cabreros.

Por esto no les gusta oír, referida a ellos, la palabra ‘desprecio’. Voy a hablar, pues, a su orgullo.

Voy a hablarles de lo más despreciable: el último hombre.

Asumir la muerte de Dios implica entrar en un nihilismo, ya que se habla de la aniquilación de los valores vitales, visto desde el punto de vista histórico de la cultura europea en cuanto cumplimiento de la esencia de la metafísica, que había puesto lo verdaderamente ente como un más allá. Es decir, que los valores se encontraban más allá de este mundo: la vida después de la muerte de los cristianos. Sin embargo, al demostrar que no hay valores externos, fuera de esta vida, el nihilismo también es positivo, pues sólo en ausencia de todo valor se hace evidente la necesidad de distanciarse de los antiguos valores y atacar su transvaloración.

La vida humana debe depender de los instintos. Y que —como ya se dijo— el instinto mas esencial en el hombre es la voluntad de poder; la voluntad de dominar que se encuentra sólo en los fuertes y en los hombres selectos. Si la voluntad de poder es una voluntad de dominio y que también ha de convertirse en derecho, entonces, la nueva moral habrá de ser moral de los fuertes cuya fuerza verdadera habrá de eliminar la fuerza de los débiles, los que unen en comunidad para no ser arrasados. Más allá del hombre como lo conocemos está el hombre del futuro, el superhombre.

Reconocer el sin sentido, es decir, el rechazo a los valores preestablecidos, es la condición para que pueda surgir un sentido, para que pueda surgir la presencia del devenir que no ha de justificarse fuera de sí, que no exista nada humano fuera de lo humano. Esta es la base que permite la aparición del superhombre, el que asume con todas sus consecuencias la muerte de Dios y no lo sustituye por otros valores, sino que asume plenamente la vida.

En este sentido, es propiamente el más fuerte, el más noble, el señor, el legislador, el auténtico filósofo, ya que no necesita de unos falsos valores; es el que supera la prueba del eterno retorno. Es el creador de otro sentido diferente al que ya está establecido y que usamos ciegamente, el creador de nuevos valores, es por ello que para los últimos hombres es que el superhombre les parece un lunático, un demente, un blasfemo: “Yo os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?”

El superhombre es el capaz de superar y —valga la redundancia— transvalorar los valores que han caracterizado la cultura de occidente. No se trata, pues, de un hombre evolutivamente mejor o superior, no, sino que el superhombre es, más bien el más real de los hombres, el que se puede oponer al último de los hombres, es decir, el que se opone al hombre resentido por la vida.

“El hombre es una cuerda tenida entre al animal y el superhombre —una cuerda sobre el abismo”. Sin embargo, el superhombre no es real aún, Nietzsche sólo nos lo anuncia ya que nosotros vivimos en la etapa del último hombre:

Habéis recorrido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre, y muchas cosas en vosotros continúan siendo gusano. En otro tiempo fuisteis monos, y aun ahora es el hombre más mono que cualquier mono.

Y el más sabio de vosotros es tan sólo un ser escindido, híbrido de planta y fantasma. Pero ¿os mando yo que os convirtáis en fantasmas o en plantas?

¡Mirad, yo os enseño el superhombre!

Las tres transformaciones: el camello, el león y el niño; es el proceso por el cual Nietzsche nos dice que llegará el superhombre. El camello es aquel que carga, cual joroba, la carga de la moral invertida, de los valores cristianos: “¿Qué es lo pesado? Así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien”. El león, es aquel que critica la moral, empieza a preguntarse sobre las cosas, desafía el deber-ser kantiano, pregunta sobre por qué se hacen las cosas: “Tú debes se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice yo quiero”. Y está por último el niño, creador espontáneo de su propio juego: “Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí”.Los nuevos valores no son conmensurables con los establecidos ni con ningún criterio externo a ellos mismos, pues ellos son precisamente la nueva norma.

Si bien el superhombre no existe aún, es un ejemplo que debemos tomar. El seguir fielmente la filosofía de Nietzsche no es nada fácil, ya que se debe de abandonar todo lo que cree, la cultura occidental está repleta de mentiras y engaños originados principalmente por el cristianismo.

El hecho de que se haya hablado de un superhombre indica que el hombre no está condenado a permanecer ignorante tanto de lo externo como de sí mismo, sino que tiene la oportunidad de poder abrir los ojos hacia la verdad, una verdad que está en nuestras narices pero que se enturbia y se ve opaca o casi nula por los prejuicios que nos son inculcados. Está claro que el superhombre no es una raza nueva, o una especie mutante de los seres humanos, sino que es un estado, un estado nuevo en el que los hombres —los últimos hombres— tendrán que llegar si es que quieren salir de esas concepciones metafísicas obsoletas.


El filósofo que señala hacia abajo: vida de Aristóteles

Ahora que he estado publicando cosas sobre las Categorías de Aristóteles, creo que es prudente escribir sobre quién fue este cuate — aguas, es Señor Aristóteles para todos ustedes, simples mortales—. Así que empezemos.Aristóteles

Sobre los inicios de Aristóteles y su paso por La Academia

Considerado como uno de los filósofos de mayor importancia en toda la historia de la filosofía, Aristóteles nació en la ciudad jónica de Estagira, en la península Calcídica. Fue hijo de Nicómaco, médico de Amíntas, el rey de Macedonia. Vivió su infancia en Pela, cuando murieron sus padres se mudo a Atarneo con su tutor, Próxeno, quien le envió a Atenas para que completara allí su educación. Qué bonito tutor, yo creo que sólo quería des hacerse de él, otra boca más que alimentar causa muchos problemas.

A los 17 años Aristóteles entra a la Academia de Platón. Fue el año 367 a.C., año en el que precisamente Platón cumplía ya 60 años y se encontraba en su segundo viaje a Sicilia. Durante ese viaje, la Academia estaba administrada provisionalmente por Eudoxo de Cnido, creador del modelo astronómico de las esferas concéntricas, quien le servirá de inspiración a Aristóteles para crear su propio modelo cosmológico —el que habla que todo el universo está formado por esferas, donde la tierra se encuentra en el centro y los dioses se encuentran en la última—. Éste también es precisamente el momento en que en el pensamiento platónico comienza el período de crítica a la teoría de las ideas —representado, sobre todo, por los diálogos Teeteto, Sofista, Político, Parménides y Filebo—. Aristóteles permanece en la Academia 20 años, hasta la muerte de Platón, es decir, hasta los 37 años.

Sobre el Aristóteles Platónico y el Éxodo Aristotélico

Las obras escritas por Aristóteles al salir de la Academia que se conocen —por chismes, ya que se sabe bien (por el propio Aristóteles) que todos sus primeros escritos los quemó, supongo que porqué los consideraba de mal gusto o algo por el estilo— hacen ver un periodo de fidelidad inicial a las ideas platónicas, pero con cierta actitud de revisión de la teoría de las ideas. De estas obras se encuentran Sobre las Ideas y Sobre el Bien. Estas son sus obras de juventud, al estilo de los diálogos platónicos, que pueden llamarse obras exotéricas o de divulgación —las cuales son consideradas como las únicas obras exotéricas de Aristóteles, ya que sus obras posteriores son consideradas obras esotéricas—.

Aristóteles era reconocido por su gran capacidad y por su habilidad para leer. Con su apodo, la mente, fue considerado como el miembro más destacado de La Academia. A la muerte de Platón, él no pasó a dirigirla, en cambio, el puesto se le fue otorgado a Espeusipo. Es entonces que Aristóteles decide huir de Atenas. Existen varias razones: 1) Aristóteles se frustró tanto de que no lo hayan elegido como el nuevo director de La Academia; 2) huyó por temor a ser asesinado ya que Filipo de Macedonia había iniciado la conquista de Grecia y todo macedonio era mal visto en Atenas y 3) huyó simplemente porque él estaba convencido de que la nueva dirección en La Academia no iba a mantener el espíritu platónico. Se dirige a Atarneo, en Asia Menor, donde le acoge Hermias, señor de aquella ciudad y amigo de su familia. Pasa en aquella región del 347a.C. al 345 a.C.

Después de eso, se traslada a Mitilene, en la isla de Lesbos, donde funda una escuela similar a la que se encontraba en Atenas. Allí se dedica a estudios y observaciones de ciencias naturales hasta el 342 a.C., fecha en que Filipo de Macedonia le nombra tutor de su hijo Alejandro, de 13 años de edad. Posiblemente por esta época escribe o comienza la redacción de algunas de sus obras sobre la naturaleza, como por ejemplo Sobre las partes de los animales, y muy posiblemente también data de esta época De la filosofía, obra muy conocida entre los antiguos, y denomina por muchos como el manifiesto sobre la filosofía y crítica a la teoría de las ideas de Platón.

En el 342 a.C. Aristóteles marcha a Pela, con Pitias, hermana Hermias, con quien había contraído matrimonio —todo parecido con la Ilíada de Homero es mera coincidencia—. Poco tiempo después se entera de la muerte de Hermias, quien fue aliado de Filipo. Hermias había sido apresado a traición por los persas y ejecutado. Aristóteles le dedica un epigrama —un poema pequeño que se hacía sobre personas muertas, donde de escribían las cualidades más importantes de éstas— escrito sobre su tumba, que más tarde será utilizado en su contra. En el 340 a.C. es nombrado Alejandro regente a los 16 años de edad, ya que el rey Filipo se encontraba en una campaña emprendida contra Bizancio. En ese tiempo Aristóteles renuncia a seguir siendo maestro de Alejandro, pero obtiene que éste le reconstruyera la ciudad de Estagira —su ciudad natal que había sido destruida por las campañas de Filipo—, donde se instala hasta el 335 a.C.

En el 336 a.C. muere Filipo apuñalado por uno de sus mismos guardaespaldas el día de la boda de su hija —uuuyyy—. Es entonces cuando Alejandro sube al trono quien, tras marchar sobre toda Grecia y dominarla, preparaba su ataque contra Persia. Aquí Aristóteles le dedica su tratado Sobre la monarquía.

 Sobre el Regreso a Atenas y la Fundación de El Liceo

Aristóteles regresa a Atenas el 335 a.C. —a los 50 años de edad y a los 13 de haber salido de ella por primera vez—, donde inicia la tercera fase de su vida fundando su propia escuela: El Liceo.

El Liceo, a diferencia de La Academia, estaba dedicado a investigaciones de carácter más amplio relacionadas con la ciencia de la naturaleza. Por ser extranjero de Atenas, no podía adquirir terrenos —sí, los atenienses discriminaban y mucho— se instala en un pórtico largo de un gimnasio público, fuera de las murallas, junto a un santuario dedicado a Apolo Licio —aquí esta la primera evidencia histórica de un paracaidista—. El nombre en griego de pórtico, peripatos —nombre con el que se les conoció a los alumnos de El Liceo, caracterizados por estudiar de pie y caminando alrededor de la escuela—, por un lado, y el del héroe del santuario, por otro, ha dado origen a las dos denominaciones con que históricamente se conoce a la escuela de Aristóteles: el Liceo y los peripatéticos. Permaneció al frente de su Escuela hasta la muerte de Alejandro Magno, ocurrida a sus 32 años, mientras esperaba conquistar Arabia. Dicen por ahí que Aristótles fue uno de los conspiradores de la muerte de Alejandro ya que lamentaba la forma en la que Alejandro invalidaba a las polis griegas.

Sobre los Últimos años de Aristóteles y su Muerte

Tras la muerte de Alejandro, se desató en Atenas una auténtica persecución contra todo sospechoso de haber pertenecido a los que querían una Grecia unida y dominada por Macedonia. Aristóteles, tradicional amigo de la corte macedónica, fue visto por los partidarios de Demóstenes —un famoso poeta que al parecer siempre estuvo en contra de Aristóteles, al discriminarlo siempre por ser macedónico— como uno de ellos. Acusado de impiedad por el himno funerario compuesto en honor de Hermias es obligado a huir de Atenas por segunda vez. Se refugia en Calcis, en una finca heredada de su madre donde muere al cabo de unos meses, en plena madurez de sus 62 años, de una enfermedad del estómago.

A la muerte de Aristóteles, le sucedió en la dirección de El Liceo Teofrasto de Ereso, su discípulo preferido. Teofrasto dirigió la Escuela hasta 284 a.C. , orientando sus investigaciones todavía más hacia la naturaleza y el conocimiento empírico. Con la muerte de Aristóteles se inició un sucesivo deterioro del Liceo, que sólo renació de algún modo con Andrón

ico de Rodas.

Su influencia es preponderante en la escolástica del siglo XIII. En los primeros siglos del cristianismo se difundió con mayor vigor el estilo y el genio de Platón. San Agustín es un platónico cristiano. Pero más tarde el platonismo que a la zaga, y Santo Tomas de Aquino desenterró, con gran riesgo, los entonces tachados escritos de Aristóteles, y plasmó toda una filosofía y toda una teología cristianas, aprovechando la precisión del lenguaje y de los conceptos aristotélicos.


Escribir para entender y entender para escribir

¡Que hay mundo! Aquí regresando a la didáctica filosófica después de un viaje cósmico en el que estuve. Prometo ya venir mas seguido por aquí… Y vengo con una nueva sección, se llama Ensayos de a cuartilla~ Se trata de hablar de diferentes cosas a modo de ensayo pequeño (la verdad es que estos ensayos son los que me dejan hacer en mi escuela, así sólo pondré los que mejor me quedaron). Y empezare con uno que esta dedicado a la escritura…. ¿Para que nos sirve escribir? He aquí mi respuesta.

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Creo que fue Albert Einstein —o quizás Richard Feynman— el que dijo: “No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela”. Tal vez eso pueda servir para los que todavía tienen, pero ¿y los que —literalmente— ya no tenemos? Debemos buscar una nueva piedra de toque que nos confirme si es que sabemos algo o si es que creemos saber algo.

Y qué mejor persona para saber esto que nosotros mismos. Muchas veces nos han dicho —o si no, al menos hemos escuchado—, la frase “es que no sabes lo que quieres”. Tal vez no sabemos lo que queremos porque no nos entendemos.

Para saber si es que entendemos, debemos organizar nuestros pensamientos. Desde el propio pensar se puede alcanzar esto si es que logramos concentraros y nos distanciamos del mundo exterior; pero si no es así, siempre se puede recurrir al lápiz y al papel. Pero, ¿cómo hacerlo? Escribiendo como si tuviéramos una conversación con nosotros mismos. Al principio será una conversación banal, como cuando se conoce a alguien nuevo: preguntando sobre el interlocutor, qué es lo que piensa, desea, anhela. Quizás no tenga sentido en un principio el escrito, pero conforme la conversación continúe descubriremos aspectos que no dilucidábamos antes sobre nosotros mismos.

Si es que seguimos sin entender lo que supuestamente sabemos, significará que no sabemos lo que creemos que sabemos. Esto significará que realmente no sabemos. Entonces, ¿qué hacer? Leer lo que otros han escrito sobre lo que descubrieron que saben, para que así se nos facilite el fluir de nuestras ideas y poder escribir lo que nosotros sabemos. Éste podría ser el mejor círculo vicioso que pueda existir: leer y escribir, escribir y leer.

Si algún día me llegara a encontrar a Einstein o a Feynman por la calle, y me dijeran su famosa frase de la abuela, yo les respondería: pero hasta que tu abuela no sea capaz de hacer un libro explicando lo que le explicaste, no habrán aprendido nada tú ni tu abuela. Escribir ayuda a demostrar si es que en verdad sabemos, primero a nosotros mismos y luego —si sobra tiempo—, a los demás.


¡Mamá, cuando sea grande quiero ser filósofo! :D

Ya hablamos sobre lo que es Filosofía: es la ciencia que estudia todas las cosas por sus causas últimas a través de la luz natural de la razón. Pero no solo con saber que es Filosofía uno cree que ya la hizo y puede ir presumiendo por ahí, falta algo muy importante: saber filosofar. Es como si un arquitecto, por ejemplo, quiere construir un edificio, el hace las medidas, dibuja los planos, etc. Pero le falta algo muy importante, los albañiles que construirán el edificio, sin ellos, el arquitecto se queda como un simple artista de casas bonitas pero jamás llegara a plasmar sus obras. Esto es lo que vamos a aprender hoy, a saber como se filosofa bien.

La Capacidad de Asombro

Filosofar es muy fácil, todos los niños pequeños lo hacen alguna vez en su pequeña infancia, y es algo llamado capacidad de asombro. ¿Qué es esto? Pues como su nombre lo dice, es asombrarse por todo… y cuando digo todo es TODO. Cuando un niño nace y es llevado a su casa, entra en un éxtasis de conocimiento: todos sus juguetes, los colores, las texturas, las formas, en fin, todo eso le asombra al niño, quiere saber que es todo eso. Esta es la época en donde todos somos filósofos, nos asombra el mundo, queremos saber que es el mundo.

Conforme el niño va creciendo, su admiración también; ya no son solo los juguetes, ahora son los arboles, las nubes, los autos, la mesa, la televisión, los perros, los pájaros, las otras personas, todo es nuevo e intrigante. Cuando ve un perro, por ejemplo, se asombra por como es, sobre como es el color de su pelo, su tamaño, su forma de ladrar, cuando ve a otro perro se asombra por lo mismo y se intriga al ver que ése perro es diferente al primero que vio, y así va ocurriendo una y otra vez con todos los perros que el ve (esto también se aplica a todas las demás cosas). Sin embargo, con la edad, el niño se va acostumbrando a ver a los perros y a las demás cosas, como que pierden esa chispa y se empiezan a convertir en parte de ese mundo pasivo: están perdiendo su capacidad de asombro (música melodramática de telenovela).

¿A que quiero llegar con todo esto? Cuando el ser humano va creciendo, empieza a habituarse de lo que tiene a su alrededor, todo lo empieza a ver simple, cotidiano y monótono. Muchos dirán: “Pero eso es obvio, es lógico que el cielo este arriba y la tierra abajo, que los peces nadan y los pájaros vuelan, no hay que ponerse horas a razonar sobre eso, es obvio porque yo lo veo. Además, ¿Por qué voy a tener que asombrar cada vez que vea un perro?”. Pero es ahí donde esta lo malo, es tomar todo como cotidiano es como ponerse una venda en los ojos y caminar por ahí siguiendo la voz de alguien mas. Y cuando uno hace eso, no vive, no puede presumir que hizo algo porque en verdad no hizo nada. En un simple objeto que va rondando por el mundo sin un propósito alguno.

La persona que en verdad esta viva

A la persona que me esta leyendo le sugiero que examine un día “normal”  en su vida, ¿Qué es lo que hace? En la mañana se levanta, tiende la cama, se mete a bañar, desayuna, se va a la escuela o al trabajo, ahí plática con sus amigos de cosas que usted piensa que son relevantes, se pelea con su Jefe o sus profesores, almuerza, termina sus deberes, se va a su casa, enciende la tele y se va a dormir. ¡Wow! Fue un día demasiado productivo. Uno puede pensar que vivió otro día cotidiano, monótono y aburrido pero eso no es cierto, no vivió nada. No estuvo vivo.

Qué pasaría si una mañana se despertara y lo primero que le pasara a la mente fuera: “Pero que vida de porquería, ¿Qué estoy haciendo?”. La vida, su vida en ese momento empezaría a ser más interesante, empezará a tener una vida. Por fin podrá presumir que tiene una vida la cual es interesante y jamás volverá a ser el mismo.

El filósofo se plantea esta y muchas mas preguntas todos los días, se arriesga a la cotidianeidad y la enfrenta. Y cuando uno la enfrenta, ya no hay vuelta atrás.

Platón y su Mito de la Caverna

Existe un cuento que explica todo esto. Platón, al que yo le digo de cariño “el viejito que apunta hacia arriba”, se sabía una historia en donde explicaba como se pasa de ser un simple mortal a ser un filosofo. Grosso modo es así:

En una cueva oscura vivían un grupo de personas, las cuales estaban encadenadas de tal forma que solo podían mirar hacia una de las paredes de la cueva (la que estaba diametralmente opuesta a la salida). Detrás de ellos exista una pared de piedra y detrás de ésta había una hoguera. Todos los días (y la verdad nadie sabe porque) unas personas pasaban por ahí con figuras en sus manos las cuales proyectaban sus sombras hacia la pared a la que siempre veían las personas que vivían en esa cueva. Entonces lo único que podían observar eran las sombras.

Un día, una de estas personas se logra zafar de sus cadenas, escala la pared con trabajos  y sale de la cueva. Al salir la luz lo deslumbra, queda ciego por unos momentos y cuando puede volver a ver se queda maravillado con el mundo exterior, también se da cuenta que las sombras, las cuales creía que era el mundo real en verdad no lo eran. Cuando regresa a la cueva para contarles a sus compañeros no puede ver nada, lo ve todo demasiado oscuro. Cuando se acostumbra otra vez a esa oscuridad, les cuenta sobre el mundo de afuera a sus compañeros pero estos no le creen y lo matan.

Fuera de todos estos simbolismos que trataremos en otro día cuando veamos la filosofía de Platón esta esto: el filósofo es el hombre que se logra zafar de las cadenas de lo cotidiano, después de muchos esfuerzos logra salir a la verdadera realidad y ahora ve todo de una forma muy diferente, cuando regresa a contrales a sus compañeros ellos no le hacen caso (y hasta lo matan).

Si, ser filósofo es la mejor carrera del mundo pero, ¡¿Cómo rayos se filosofa?!

Se necesitan solo tres cosas para poder ser un buen filósofo: 1) asombrarse de todo; 2) dudar de todo y 3) siempre ver más allá de lo evidente.

De lo primero a hablamos, el asombrarse como un niño, es más, tener el alma de un niño.  Así que para esto tomare un texto de un libro que ayudo a que me metiera en este vicio de la Filosofía, se llama El Mundo de Sofía:

Una mañana, la madre, el padre y el pequeño Tomas, de dos o tres años, están sentados en la cocina desayunando. La madre se levanta de la mesa y va hacia la encimera, y entonces el padre empieza, de repente, a flotar bajo el techo, mientras Tomás se le queda mirando. ¿Qué crees que dice Tomás en ese momento? Quizás señale a su papá y diga: «¡Papá está flotando!». Tomás se sorprendería, naturalmente, pero se sorprende muy a menudo. Papá hace tantas cosas curiosas que un pequeño vuelo por encima de la mesa del desayuno no cambia mucho las cosas para Tomás. Su papá se afeita cada día con una extraña maquinilla, otras veces trepa hasta el tejado para girar la antena de la tele, o mete la cabeza en el motor de un coche y la saca negra.

Ahora le toca a mamá. Ha oído lo que acaba de decir Tomás y se vuelve decididamente. ¿Cómo reaccionará ella ante el espectáculo del padre volando libremente por encima de la mesa de la cocina? Se le cae instantáneamente el frasco de mermelada al suelo y grita de espanto. Puede que necesite tratamiento médico cuando papá haya descendido nuevamente a su silla. (¡Debería saber que hay que estar sentado cuando se desayuna!) ¿Por qué crees que son tan distintas las reacciones de Tomás y las de su madre? Tiene que ver con el hábito. (¡Toma nota de esto!) La madre ha aprendido que los seres humanos no saben volar. Tomás no lo ha aprendido. El sigue dudando de lo que se puede y no se puede hacer en este mundo.

Cuando nos habituamos al mundo, perdemos esa escancia de que el filósofo tiene. Hay que evitar eso, debemos hacer que el universo nos parezca un reto, que nos intrigue, que nos atrape.

El segundo punto es dudar de todo, esto va ligado con lo primero. René Descartes (que se pronuncia “Decart”)  fue el que dijo que sólo dudando de todo se podría llegar a la verdad. Claro que Decart lo llevo a un extremo (después hablaremos de esto).  Lo que importa es lo siguiente: no debemos de dejarnos llevar por lo que escuchamos, vemos, sentimos y olemos, jamás dejarnos llevar por las primeras impresiones. Si alguien nos dice que el mar es azul, preguntar, ¿enserio lo es?, y si es azul, ¿por que no puede ser de otro color?, o mejor aun, ¿qué es el azul? Formularse preguntas a base de nuestras dudas sobre el mundo, es la mejor manera de hacer filosofía: ¿Qué es el mundo? ¿Qué es Dios? ¿Por qué existir y no lo contrario? ¿Qué es el tiempo? ¿Por qué me cortó mi novia? ¿Qué chiste tiene aprender literatura luxemburguesa si yo voy a estudiar Ingeniaría Civil? En fin, preguntarse por todo.

Y el último punto, sacado de la serie Thunthercats, ver más allá de lo evidente. Éste esta ligado con el anterior, no sólo quedarnos con la apariencia, o sólo con lo que quieren que creamos, es ver más allá, con nuestra espada del augurio, que es la filosofía. Si nosotros vemos una pared podremos decir que, es para separar un cuarto de otro, pero también puede servir para servir como soporte para el edificio, para poder pintar un mural sobre el, para poder colgar cuadros o repisas, para poder sostener un pizarrón, wow, pueden ser muchas cosas, y no solo para separar un cuarto de otro. Todo esto nos lleva a una palabra muy importante que es el arma principal de todo filósofo: la crítica.

La Master Sword: La Crítica

Cuando se escucha la palabra crítica pensamos en crítica de cine, o de algún libro. Pues es mas o menos lo mismo…bueno la verdad no… mejor vamos por partes. La palabra crítica viene del griego κρίνω (krinein) que significa juzgar, evaluar, discriminar. En el siglo XVIII, Emmanuel Kant  pone de moda ésta palabra en el mundo filosófico, cuando publica sus tres libros “Crítica de la Razón Pura”, “Crítica de la Razón Práctica” y “Crítica del Juicio”.

La crítica, lo podemos poner como  la actividad reflexiva y razonada que se ejerce sobre cualquiera de los objetos de estudio y procedimientos propios de las ciencias, sin el límite de ningún supuesto previo. Es una de las características fundamentales de la filosofía, la principal diría yo, ya que con ésta se trabaja todo. Donde podemos ver más claramente como funciona es en el campo de la política: ¿Cómo es el gobierno del presidente? ¿Bueno o Malo? ¿Es bueno (o malo) por que? ¿Qué se podría hacer para cambiarlo? ¿Qué complicaciones tendría? Eso es hacer crítica, criticar (valga la redundancia) objetivamente, no solo por hobbie o porque no se tiene nada mejor que hacer, sino para poder cambiar las cosas.

Existe el mito de que los filósofos somos personas flojas, que solamente nos quedamos acostados mirando las nubes y pasar el tiempo, de ver lo bello que es este mundo. Sin embargo, el filósofo es mucho más que eso, el se arriesga todos los días cuestionando el orden actual del universo, lo cual puede llevarlo a muchos problemas, como le ocurrió a Sócrates, quien fue sentenciado a muerte por cuestionar la realidad que gobernaba en aquellos tiempos. No es sólo ver lo bello de la vida, también es ver lo malo para convertirlo en bello.

Es por eso, lector, que queda en usted si quiere ser filósofo o no. No cualquiera puede volverse filósofo, ya que muchos querrán vivir con la vida que ya tienen, lo cual no se le puede reprochar a nadie. Aunque las cuestiones filosóficas conciernen a todo el mundo, no todo el mundo se convierte en filósofo. Por diversas razones, la mayoría se aferra tanto a lo cotidiano que el propio asombro por la vida queda relegado a un segundo plano.  Todavía esta en buen momento si quiere dejar este “cursillo” de filosofía, puede volver a su día cotidiana. Pero si decide seguir, ya no habrá vuelta atrás, saldrá de la caverna y observara por primera ves la verdad. Dejará de ver todo como ordinario y cotidiano y le asombrara el mundo. Se dará cuenta de lo minúsculo y lo insignificante que es y eso lo estimulará mas a querer saber el porque de su insignificancia. Las telenovelas y los partidos de futbol son pura basura comparados con esto. Espero haber abierto la curiosidad, aunque sea a una sola persona, ya que con sólo preguntarse, ¿Por qué?, es el inicio de la gran aventura que es la filosofía, el viaje de autodescubrimiento, tanto de uno mismo como del universo entero, no es sólo un libro de autoayuda de “Cualquiera puede ser Feliz en 15 simples pasos” o “Como subir su autoestima y sin dejar de comer”, esto va aun mas allá, el meterse en la boca del lobo e inspeccionarle los dientes, poder entrar al meollo del asunto sin esperanzas de encontrar cosas bonitas (aunque hay veces en las que si las encuentran). El simple deseo de saber, pero de saber de verdad.


Para Saber de que Estamos Hablando~

Al escuchar la palabra Filosofía la mayoría de las veces en lo primero que se piensa es: lo que se platica cuando uno ya esta medio ebrio con los amigos; el ponerse a pensar sobre lo bello que es la vida; empezar a hablar sin sentido sobre cosas que a nadie le interesan. Pero la filosofía no trata para nada sobre eso, la Filosofía es la curiosidad humana, es el buscar la respuesta a preguntas inquietantes acerca de la verdad, el ser, la existencia autentica, Dios, el alma, el bien y el mal, eso es hacer Filosofía. A continuación les diré mas o menos de que trata la Filosofía, y mas importante aun, como se puede empezar a usarla en la vida cotidiana (Filosofía Practica).

¿Filosofía?

Etimológicamente la palabra Filosofía viene de los vocablos griegos φίλος  (filos): Amor y σοφία (sofía): Sabiduría lo cual significaría “Amor por la Sabiduría”.

Según su definición tradicional, la Filosofía estudia las causas supremas de todas las cosas, es decir, los fundamentos últimos de la realidad entera, con esto podríamos decir que, la Filosofía es la ciencia que estudia todas las coas por sus causas últimas a través de la luz natural de la razón.

¿Causas Últimas?

Pero, ¿qué es lo que se quiere decir con “causas últimas”?  La Filosofía estudia las causas últimas o supremas, mientas que las ciencias experimentales estudian las causas próximas. Por ejemplo, el movimiento de una pelota al caer al suelo, la Física estudia la fuerza de la pelota, su peso, la velocidad de la caída, etc. Éstas son las causas próximas, y se distinguen porque permanecen siempre en el plano de lo sensible y lo experimentable (es decir el mundo real de los simples mortales). En cambio, la Filosofía examina (en la misma pelota que cae)  los dos principios que explican todo lo que ocurre esencialmente, es decir, el acto y la potencia. Estas dos son causas supremas, y ya no permanecen en el nivel sensible; sólo se captan en un nivel inteligible (la mente).

Para hacerlo fácil, la Filosofía trata de llegar la esencia del objeto estudiado olvidando el nivel sensible y experimental ya que, si sigue en este, jamás llegara a conocer la esencia del objeto. Es por eso que ningún filosofo conocido haya hecho experimentos en laboratorios o algo parecido (excepto por Francis Bacon, pero esa es otra historia). Y en cambio, la ciencia elabora explicaciones dentro del nivel experimentable. La diferencia fundamental de ambos tipos de saber es, su Objeto Formal.

¿Objeto Formal?

Todas las ciencias que existen en este y otros planetas  tienen los que se llama un Objeto Material y un Objeto Formal. El Objeto Material es la cosa o materia (valga la redundancia) a estudiar. El Objeto Formal es el punto de vista desde el cual se va a estudiar esa cosa.

Un ejemplo rápido, las matemáticas tienen como Objeto Material los números y como Objeto Formal a la relación existente entre los números. Otro seria la historia, su Objeto Material es el hombre y su Objeto Formal son los hechos trascendentes de ese hombre a través del tiempo.

Ahora bien, hace unos momentos dije que la diferencia entre la Filosofía y las demás ciencias era su Objeto Formal, solamente la Filosofía abarca la totalidad de las cosas, es decir, todo y cuando digo todo es todo; es por eso que su Objeto Material es el más amplio. Y por el otro lado, las demás ciencias son particulares, es decir, solo estudian una parte o sector determinado, entre todas las cosas; no se ve a un matemático estudiando acerca de la anatomía del cuerpo humano o a un geólogo estudiando sobre trastornos psicológicos del hombre. Y si la filosofía estudia todo, ¿Cómo saber si lo que estamos estudiando es (por ejemplo) Biología y no Filosofía? Fácil, ya que el Objeto Formal es diferente en cada una, la Filosofía  estudia las causas últimas y la Biología (y las demás ciencias) las causas próximas.

¿Por qué la Filosofía no experimenta y las demás ciencias si?

Las ciencias experimentales insisten a diestra y siniestra de la experiencia sensible (el mundo de los simples mortales), y así es, pues las leyes de la naturaleza no se deducen de principios, sino que tiene que observarse de un modo sensible (con los sentidos), aun utilizando la experimentación. En cambio, la Filosofía, aun cuando no puede usar la experiencia de los sentidos, utiliza el arma del método racional y el uso del entendimiento, con el cual es posible captar las esencias, los primeros principios y las causas supremas que fundamentan al universo. ¡Encontramos a Dios no importa en donde se esconda!

Si todavia no se entiende, eh aquí una pequeña historia: hace mucho un viejito llamado Aristoteles quizo diferenciar lo que dije hace rato y nacieron el episteme y sofía.

Episteme es la ciencia, pero no el saco de verdades que se conoce ahora sino como un hábito intelecutal que puede ser demostrado, eso debe ser entendido bien, es un hábito intelctual que puede ser demostrado. Quien tenga esta cualidad (el episteme) tiene la facilidad para demostrar con rigor y exactitud sus afirmaciones; es un cientifico.

Y luego tenemos a sofía, es la sabiduría que ama el filósofo ( ¡Ohh! Por eso se llama Filosofía) y es una mezcla rara de episteme y nous. Entonces la Filosofía tambien demuestra algo, pero tambien tiene nous.

¿Qué rayos es el Nous? Es el hábito intuitivo de los primeros principios (¿?); es la cualidad mental con la cual uno puede llegar hasta los primeros principios que sirven de base a toda demostración.  Por lo tanto, sofía, como tiene episteme, tiene rigor cientifico y, como tiene nous, profundiza hasta los primeros principios. Un filósofo es entonces, un científico que profundiza hasta las causas y primeros principios.

¿Entonces la Filosofía es la mamá de todas las ciencias?

Eso se contesta con todo lo que dije hace rato, por lo tanto es un si y podemos dar dos razones:

La Filosofía reina a todas las demas ciencias, porque fundamenta los principios entre ellas. Cuando un cientifico analiza los principios de su propia ciencia, ¡Poof! Esta haciendo Filosofía. Un ejemplo serian las matematicas, éstas se ocupan de las relaciones entre cantidades (números), pero cuando un matemático empieza a revisar y criticar las formas o metodos con los que maneja los numeros empieza a hacer Filosofía, en este caso podria ser Lógica o Empistemología.

Por otro lado, la Filosofía es la máma de todas las ciencias, porque da normas que rigen la conducta humana, basandose en el análisis de la naturaleza del hombre y de lo que el quiere.

¿Enserio la Filosofía estudia todo?

Si, la Filosofía estudia todo, pero para que todo pueda ser estudiado de una forma mas eficas a la Filosofía se le divido en diferentes ramas (como a cualquier otra ciencia) y estas son las mas importantes.

La Filosofía se divide principalmente en dos grandes ramas: Filosofía Practica y Filosofía Teorica.

La Filosofía Practica se divide en tres:

Lógica: es la ciencia que estudia el pensamiento del hobmre en cuanto a sus formas mentales (idea, juicio y raciocinio) para facilitar el razonamiento correcto y verdadero. Responde a la pregunta ¿Cómo conocemos?

Ética: es la ciencia normativa, practica y axiologica (de valores) que estudia la bondad o maldad de los actos humanos. Responde a la pregunta ¿Qué es lo bueno?

Estética:  es la ciencia que estudia el arte y la belleza en todas sus manifestaciónes. Responde a la pregunta ¿Qué es lo bello?

La Filosofía Teorica se divide en dos ramas que a su ves tienen otras sub ramas:

Filosofia de la Naturaleza se divide en dos:

Psicologia Racional: es la ciencia que estudia la conducta y el comportamiento del hombre, el alma y sus facutlades racionales.

Cosmología: es la que se encarga de estudiar el origen del mundo y del universo. Responde a la pregunta ¿Cómo surgió la materia?

Y la Metafísica (llamada Fílosofia primera) se divide en tres:

Crítica o Epistemologia: comunmente llamada Teoría del Conocimiento, estudia los alcanzes del conocimiento humano. Responde a la pregunta ¿Cuánto y de que forma podemos conocer?

Ontología: estudia al ser en cunto que es ser y al ente como parte del ser. El ente es cualquie cosa y el ser es eso, Ser. Responde a la pregunta ¿Qué es el Ser?

Teodicea: es la ciencia que estudia la escencia, exstencia y atributos del ser perfecto, es decir, Dios mediante la razón. Responde a la pregunta ¿Qué es Dios?

Eso es grosso modo (a grandes rasgos) lo que es la Fílosofía, si les a entrado un poco la curosidad, sacienla leyendo cualquier libro de Filosofía que encuentren, incluso los de Formación Civia y Ética sirven o los libros de Valores de la primaria. La proxima vez entraremos a lo que es verdaderamente bueno, aprender a filosofar y adelantando, ¿Qué es lo que se necesita para ser un buen filosofo? Curiosidad por todo y tener el alma de un niño.